El impacto de la RAM y el apoyo a los pacientes

Por qué la resistencia a los antimicrobianos representa un riesgo para la salud mundial         

Es importante que todas las partes interesadas unan fuerzas para prevenir 10 millones de muertes al año de aquí a 2050 debido a la RAM.⁽¹⁾ Las implicaciones son tanto clínicas (aumento de morbilidad, mortalidad, días de hospitalización y desarrollo de complicaciones), como económicas (mayor tiempo de hospitalización, discapacidad, etc.).                                                                                                             

Por esta razón, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) han formulado recomendaciones, proponiendo estrategias y acciones para contener la situación, reconociendo la amenaza planteada por la RAM como prioridad en el ámbito sanitario. 

El Plan de Acción Mundial (GAP) estableció 5 objetivos para controlar la resistencia a los antimicrobianos:  

• mejorar los niveles de concientización a través de una información eficaz tanto para el personal sanitario como para el público en general;
• fortalecer las actividades de vigilancia;
• mejorar la prevención y el control de las infecciones;
• optimizar el uso de antimicrobianos en la salud humana y animal;
• apoyar la investigación y la innovación.⁽²⁾

El impacto psicológico de las estrategias para controlar las infecciones resistentes a los antibióticos 

El aislamiento está incluido entre las estrategias terapéuticas para el control de infecciones en pacientes hospitalizados. De hecho, las infecciones adquiridas en los hospitales que son causadas por bacterias resistentes a los antibióticos son cada vez más comunes en todo el mundo. Con objeto de contenerlas, se implementan varias estrategias, como el aislamiento de los pacientes, que incluso puede ser preventivo en caso de alto riesgo infeccioso. Sin duda el impacto psicológico de esta medida es significativo y muy seguido implica estados de ansiedad y depresión para el paciente. Lo reveló un estudio publicado en el Journal of Hospital Infection, que examinó una población de pacientes, utilizando escalas de evaluación psicológica específicas en las 24-48 horas tras el inicio del aislamiento.⁽³⁾

Según los investigadores, las medidas de control de las infecciones no provocan un aumento de los niveles de ansiedad y depresión sólo si son a corto plazo (no más de una semana). Esto se debe también a la asistencia de médicos y enfermeras; el paciente muestra una actitud positiva y colaborativa.⁽³⁾

Además del aislamiento, otra medida de precaución incluida en los protocolos hospitalarios es el uso de dispositivos de protección (guantes, batas y mascarillas) para los pacientes y el personal sanitario, así como para los familiares visitantes. Los efectos psicológicos y la percepción que se recibe una atención de menor calidad suelen ser visibles, sobre todo en las personas más vulnerables, como los ancianos, que tienden a sentirse más solos y tristes. Sin embargo, estas medidas son esenciales para limitar los organismos multirresistentes, Se debe encontrar un equilibrio entre riesgos y beneficios en el intento de minimizar el malestar del paciente.⁽⁶⁾

Los resultados de un estudio publicado en Applied Nursing Research revelaron que la hospitalización puede afectar negativamente la capacidad de adaptación de los pacientes y su respuesta psicológica. La estancia hospitalaria magnifica las emociones y favorece la ansiedad y los estados depresivos, debido a la preocupación por la propia salud. Estos estudios intentan destacar cómo los pacientes hospitalizados con RAM también necesitan recibir apoyo psicológico y no sólo médico durante su estancia hospitalaria, examinando deficiencias y debilidades del sistema hospitalario.⁽⁴⁾

Apoyo al paciente: atención centrada en la persona y derecho a la asistencia sanitaria

Se habla mucho de la atención centrada en el paciente (PCC). Este enfoque de la asistencia médica respeta las necesidades, preferencias y valores de cada paciente, también en lo que respecta a las decisiones sobre terapia y atención. Significa reconocer y respetar valores, esperanzas y reacciones del paciente más allá de la enfermedad y los síntomas.⁽⁵⁾

En la práctica, la PCC se logra proporcionando informaciones correctas a los pacientes, involucrándolos – junto con la familia - en su asistencia, y sobre todo a través de la relación terapéutica entre médico y paciente, que desempeña un papel activo en las decisiones relativas a su salud.⁽⁵⁾

La implementación de todas estas actividades a menudo ha generado resultados positivos, mejorando la percepción de bienestar del paciente y reduciendo la ansiedad y la depresión. En otras palabras, se mejora la capacidad del individuo para afrontar la enfermedad y la hospitalización y para manejar los estados emocionales.⁽⁵⁾

Mas las organizaciones sanitarias enfrentan a diario una escasez de recursos económicos, de personal o de suministros. Como resultado, la implementación de la PCC se convierte en un verdadero desafío para hospitales y centros sanitario.⁽⁵⁾

Según un estudio publicado en el BMJ, una implementación exitosa de la PCC requiere una investigación de los determinantes que facilitan y obstruyen la PCC, para tomar medidas en todos los niveles y tipos de atención. La investigación identifica tres niveles: 

• individual (por ejemplo, los rasgos de la personalidad y la actitud del paciente);
• organizacional (por ejemplo, establecimiento de objetivos, gestión de la participación, recursos, infraestructura y cultura corporativa);
• sistema de salud (por ejemplo, regulaciones también sobre los derechos de los pacientes o las opciones políticas a nivel nacional).⁽⁵⁾

El desarrollo de la PCC requiere medidas y desempeño que pueden surgir de estrategias de acción a corto plazo (mejores equipos o diseño de las instalaciones hospitalarias, incluidas las habitaciones, más agradables para los pacientes) o estrategias de mediano o largo plazo (construir una verdadera cultura social de atención centrada en el paciente).⁽⁵⁾

Otro aspecto esencial es la implicación activa y el compromiso de la dirección, como también de los departamentos y ministerios de salud.⁽⁵⁾

Las consecuencias de la resistencia a los antimicrobianos: un problema que nos concierne directamente

Muchas personas y sus familias han sufrido los efectos debilitantes de las infecciones resistentes a los antibióticos (RAM). Algunos no sobrevivieron, habiendo perdido la vida a causa de estas superbacterias. Otros sobrevivieron, pero llevando en sí el daño de emociones fuertes y conflictivas, como el miedo a no salir adelante, aunque también sentían esperanza y el deseo de mirar hacia el futuro.

No sin razón la RAM es hoy una prioridad absoluta en el sector sanitario.

El problema de la resistencia a los antimicrobianos no tiene una única solución, sino que debe combatirse en varios frentes, con un esfuerzo conjunto de las instituciones y actividades de sensibilización dirigidas a la población. La lucha contra la RAM es una responsabilidad colectiva, no sólo individual. ⁽¹⁾

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